Quien soy yo

Yo estaba a nada de abandonar mi carrera musical. De hecho la abandoné. Literalmente me había mudado al fin del mundo, a un ranchito al lado de una reserva forestal en Villa de Leyva, Colombia. Guardé la guitarra y me dediqué a  a aprender sobre cultivar mi comida en la huerta, a construir con madera y barro. Me dediqué a manejar por trochas, a caminar por el bosque y a guardar silencio.

Pero la música tiene esa vaina que como que lo saca a uno de donde sea.

– Oye Igor, tu eres muy bueno, abajo en un restaurante están buscando alguien que toque los fines de semana. Deberías volver a tocar porque eres muy bueno.

Y yo vaciado dije que «Sí, dale, de una». Necesitaba dinero y bueno, que tontería no aprovechar que sé tocar y cantar para ganarme unos pesos. Comencé a tocar todos los viernes, luego los sábados también. Luego en matrimonios, cosa que al día no entiendo pues soy el menos indicado pa estarle cantando al amor eterno (jaja). Y todo el tiempo:

– Oye Igor, eres muy bueno deberías sacar tu música 

Entonces eventualmente dije «Bueno, de una, que carajo». Saqué mi primer sencillo «Roto» y obviamente en el día del lanzamiento no paso nada, 60 streams y chao. La verdad no esperaba mucho, esos son los números de cualquier artista independiente. Lo loco pasaría un mes después…

Y esto fue lo que hizo toda la diferencia. Mis oyentes están primordialmente entre los 13 y 25 años de edad. ¡Uno nunca se espera eso!.
Me encantaría contarles que como productor discográfico yo hice un proyecto destinado específicamente para la audiencia joven, ¡pero NO! Les soy sincero, fue pura chiripa, suerte, destino, o como lo quieran llamar. Yo honestamente estaba haciendo música como para «tias», cuando tocaba en restaurantes siempre eran este tipo de señoras las que siempre me halagaban más mis shows. 

NUNCA ME IMAGINE que mi música iba a conectar de esa manera con una audiencia tan joven. Y aún menos con gente que ni estaba en mi mismo país (Colombia). Mi feed explotó con «wey me encantan tus rolas», «que chido» y «boludo sos un capo».

Entonces después de estar al borde de convertirme en granjero de tiempo completo en un pueblito de Boyacá, (aunque conservo mi huerta) pasé a conectar de nuevo con cientos de personas gracias a la música. Hay un niño que se llama Miguel y vive en León Gto (México). Desde que saqué «Roto» me escribe casi todos los días, lo mismo Gustavo de Argentina, Pato de Chile, o Diana de México que viajó con su mamá 2 horas para ir a mi concierto en CDMX o Mark y Ansberto que se ofrecieron a llevarme de Querétaro a León Gto (¡como 200kms!) sin que pagara un peso, solo por amor a mi música. Me sé todas sus historias y ellos las mias. No me gusta la palabra «fans», prefiero «amigos».

Mi música no ha llegado a más gente porque no ha tenido la exposición, tan solo la que yo mismo puedo lograr a través de mis humildes medios. Lo que sí te aseguro es que mi música tiene la capacidad de conectar muy profundamente con un nicho de personitas muy especiales. Pregúntale a Miguel.
Sé que no es la mejor foto, pero para mi ir a México y conocer a este chico que tanta fuerza me ha hecho es uno de los logros más grandes de mi carrera.